Éramos la noche y el día, pero qué noche la de aquel día.








Te escribo poemas por que no tengo el valor de mirarte a los ojos y decirte que vengas.

Te escribo por no hablarte y llorar de impotencia.

Te escribo simplemente por que sí, por que me gusta.

Me gusta crearme un mundo paralelo en el que no solo me quieres para follar.

Un mundo paralelo en el que me dedicas tus sonrisas y tus ralladas.

Soy como tú, y lo sabes, tu los sentimientos los expresas entrenando y con caídas,
yo escribiendo y con pausas para fumar.

No te creas que no noto esa mirada azul neón a través de la sala.

La noto y me pesa, me pesa por que veo brillo cinco segundos.

No te digo que no tengas razones para contener sentimientos mas allá del sexo, pero quiero que sepas que duele.

Pero aun así, quiero que sepas que apago la calefacción cuando vienes, por si a Troya le da por arder en mi cama.

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